El procurador de los tribunales es un licenciado de derecho, especialista en derecho procesal, cuya misión fundamental, entre otras, es la representación técnica de los ciudadanos ante la Administración de Justicia, con la finalidad de dotar de agilidad a todo el procedimiento judicial, dado que el procurador actuará frente a todas las decisiones y requerimientos que adopte el tribunal, y a la vez garantizará que el procedimiento judicial cumple con las normas previstas.
El justiciable verá siempre sus derechos protegidos mediante la adecuada representación, de tal forma que se garanticen sus derechos procesales en todo el procedimiento judicial. Su función es esencial y necesaria para el buen entendimiento de las relaciones entre la administración de Justicia, los ciudadanos y los abogados.
La figura del procurador se encuentra regulada en la LOPJ (arts. 543 a 546) en la LEC (arts. 23 a 34) y está regida por el Estatuto General de los Procuradores de los Tribunales de España (R.D. 1281/2002 de 5 de Diciembre).
